Llegó anticipadamente para tener una entrevista con Cristina Fernández. Pero al arribar a Ezeiza se enteró de que, por esas horas, había salido el fallo que condenaba a la expresidenta argentina. Al mediodía siguiente ingresaba en el amplio salón de la UCA, donde tendría una prolongada charla a solas con Tiempo. Pidió un café. «Me crié con mi abuelo en Chone (provincia de Manabí). Aún recuerdo el aroma de café de cuando él, que lo cosechaba, lo tostaba con azúcar». Luisa Magdalena González Alcívar nació en Quito hace 47 años. Fue madre adolescente, a los 16, y tuvo un segundo hijo soltera, a los 35. En el medio, se recibió de abogada en la Universidad Complutense de Madrid y fue funcionaria en los gobiernos de Rafael Correa. La dos veces candidata a la presidencia (2023 y 2025) por Revolución Ciudadana denuncia fraude en las de segunda vuelta de marzo pasado cuando, Daniel Noboa retuvo de esa forma la presidencia.
Lo hace en Argentina cuando el país es un hervidero tras la proscripción a CFK. Finalmente, recién pudieron encontrase el viernes a última hora en el departamento de la calle San José.
–El de Ecuador no es otro en el que votan a la derecha, inclusive los más perjudicados por el sistema.
–Ecuador vive un contexto de violencia profunda. Muere una persona al día: cerraremos el año con cerca de un poco más de 9000 muertes violentas. La primera causa de muerte de niños es el homicidio. Te hablo de niños y bebés. La pobreza y extrema pobreza tiene sumida a casi la mitad de la población; más del 60% está entre el desempleo y el subempleo. No hay reactivación económica productiva. El país está profundamente endeudado, sin obra pública. Tenemos un gobierno muy débil y además ilegítimo. Y podría venirse una gran represión y una persecución política, como en otros países, ante la oposición de izquierda.
–La lectura que hacés de Ecuador, bien podría caberle a Argentina, entre otros.
–Justamente, así como en los ’70 y ’80 hubo dictaduras militares bajo un Plan Cóndor que venía desde EE UU con su política de control internacional, esa política volvió. No cambió a pesar de que cambian los gobiernos. Lo que enfrentamos es un Plan Cóndor siglo XXI en donde ya no usan a la fuerza armadas sino al sistema de Justicia. La misma receta que vivió Rafael Correa en Ecuador la vivió Lula en Brasil, Evo en Bolivia, Cristina en Argentina y la está viviendo Petro en Colombia.

–Aquél efecto fue devastador. Este también lo será.
–Exactamente, Aquí cabe la unidad, cabe replantearnos desde la izquierda. Es muy claro que con estos gobiernos progresistas nuestros países crecieron económicamente, mejoraron condiciones de vida, mejoró empleo, salud, educación, seguridad mientras que cuando gobierna la derecha, retroceden no sólo en Derechos Humanos.
–La derechas de la región, parecen haber aprendido la lección de cuándo hubo gobiernos progresistas, en la primera década de este siglo. ¿Qué deben replantearse esos gobiernos para retornar al poder?
–Primero hay que tener claro que hay una agenda internacional que si cedemos posiciones, nos toman desprevenidos y desunidos. Hace falta un mayor apoyo de aquellos países donde tenemos gobiernos progresistas y la claridad de que no van a parar si no los enfrentamos. Por unos años, Cristina (Fernández) tuvo libertad de participar en las elecciones y vemos que nuevamente se usa la Justicia para bloquearla. Mañana se lo pueden hacer nuevamente a Lula. Hay que trabajar en la conciencia de los pueblos, con la gente, devolverles la alegría, la esperanza de que se puede vivir mejor y que estos gobiernos, a través de medios de comunicación hegemónicos, crean un pensamiento que va en contra de nosotros mismos. Dónde 24×7 repiten casos de corrupción cuando la verdadera corrupción ha estado en sus gobiernos y precarizado nuestra calidad de vida.

–Son hegemónicos, justamente, y los controlan. ¿Cómo se los neutraliza?
–Volviendo al territorio, volviendo con la gente, usando medios alternativos, una comunidad de influencers también fuertes que pueda llevar esta comunicación. Y desde organismos internacionales, desde nuestros institutos de pensamiento, desde los gobiernos que están en el poder. Y denunciar los casos como en el de Ecuador.
–¿Creés que en ese sentido la el progresismo, la izquierda, se debe aggiornar?
–Debe tomar una postura más clara, más firme y más de frente de comunicación ante los poderes fácticos y económicos. No podemos callarnos ni adecuarnos a poderes o a circunstancias de turno. Hay que levantar la voz porque mañana van a venir por todos.
–Instituciones que hacían a esa unidad, como el Mercosur, hoy casi no funcionan.
–Una vez más es la política exterior de EE UU. Cuando en Europa, países con diferentes culturas, idiomas, historias se unen y forman la Unión Europea, todos aplaudimos. «Qué bárbaro, qué bien, felicitaciones». Cuando Latinoamérica intenta unirse, surgen otras voces. «Es contrario al desarrollo, un atraso a los pueblos». Y mantenernos separados, una política cruel de EE UU, que nos consume
–La pelea histórica contra el poder real. A los principios de siglo, con unidad se le torció algo el brazo. Ahora está nuevamente desaforado.
–Va a ser duro, bastante complejo porque además siembran terror, persecución, cárcel, amenazas, exilio. También lo enfrentamos en Ecuador. Impide seguir trabajando a las voces disonantes. El avance de la derecha no es solo en América: es en Europa, que resiste en países como España. Si no se toma un liderazgo desde izquierda para llegar a la conciencia de nuestros pueblos y convencer que sólo la izquierda devolverá sus derechos, no podremos cambiar la configuración actual. Pueblos que, a través de elegir mandantes, cumplan con las propuestas de campaña y las necesidades del pueblo, y estructuren ene toda Latinoamérica, con desarrollo e integración como lo hicieron en su momento Correa, Cristina, Evo, Lula… Nos quebraron, nos rompieron, y sólo trabajando desde las bases es como podemos reconfigurar los poderes y que haya países con agendas similares a futuro. Los procesos de unidad de Latinoamérica deben superar si los gobiernos son de izquierda o de derecha, como pasa en Europa. No importa el gobierno que viene, se mantiene la unidad de la UE.
–Hablabas de que nos quebraron, nos rompieron. ¿Cuánta responsabilidad les cabe a los progresismos?
–Hay un factor fundamental: la traición. En Ecuador, a nuestro candidato (N.de.R: Lenin Moreno) lo llevamos a ganar y nos traiciona: se vende a lo peor de la derecha. Un corrupto. La fiscal, hoy embajadora en Argentina, lo libró de todas sus culpas. En Bolivia, a Evo, hasta la OEA intervino para quitarlo del poder. O procesos judiciales, como en Brasil con Lula y el impeachment a Dilma. Compran, poco a poco, a diputados, asambleístas, autoridades, toman por asalto el poder. Son poderes hegemónicos corrompiendo a cada país.
–Pasó con Moreno en Ecuador, con Arce en Bolivia, con Alberto Fernández, acá.
–Los cooptan y la tibieza te pasa factura. No a los políticos que, en todo caso, resistimos, sino al pueblo.
–Correa no pudo regresar.
–Ha sido muy claro: va a resolver sus casos ante cortes internacionales. Es inocente, por su misma inocencia, tiene el asilo otorgado por la UE, en Bélgica, donde se analizó muy técnicamente su caso. Mientras no resuelva pues no regresará a Ecuador: al ser inocente, quiere que se desmonte el caso claro de persecución. Es presidente vitalicio de Revolución Ciudadana. Un líder que logró transformar el Ecuador de un país inseguro al segundo más seguro de la región. Logró una infraestructura, hoy destrozada, y llegó a ser el segundo país con la mejor red vial de Latinoamérica. Nuestros hermanos ya no migraban, sino regresaban: hoy día tenemos las más altas migraciones y las remesas superaron los U$S 6000 millones y superan de largo a la inversión extranjera directa, una de las peores de los últimos diez años. Sacó a dos millones de personas de la pobreza: hoy son siete millones, casi la mitad de la población. Correa mantiene el apoyo mayoritario de la población por su obra . «

En Ecuador votó el 110% del padrón
–¿Qué pasó en las elecciones?
–Hemos denunciado que hubo fraude institucional. Para empezar, el candidato a presidente Daniel Novoa bloqueó a uno de sus opositores, Jan Topic, pese a que, según demostró, ninguna de sus empresas era contratista del estado. Luego, Novoa, como presidente, debía encargar a su vice el cargo y pedir licencia: la envía primero a Israel y luego a Turquía y luego la suspende ilegalmente por 150 días para no podía ejercer ningún cargo. Y usó recursos del Estado, bienes públicos para regalar en campaña y así influir sobre el voto. También lo hacen sus candidatos a asambleístas y autoridades del gobierno.
–Así y todo, la Revolución Ciudadana empató técnicamente la primera vuelta.
–Sí, pero de cara a la segunda vuelta, Novoa decretó estado de excepción en la mayoría de las provincias de la costa donde nosotros somos más fuertes. Como en Sucumbíos y Orellana donde gané con claridad en primera vuelta. También en Quito limitó la circulación, la asociación y la movilidad en plenas elecciones. Y en víspera de las elecciones cerró las fronteras cuando debían ingresar los veedores internacionales, militarizó las provincias y suspendió la elección en Venezuela, donde nos votan masivamente.
Detalla González la maniobra del oficialismo para efectuar el fraude, como el uso bolígrafos para cambiar el voto. «¡Insólitamente en Ecuador votó el 110% del padrón! El único caso similar en Latinoamérica es Haití. En la primera vuelta yo había obtenido un 44% y Novoa, 44,17%. Los votos estaban en esos diez puntos. Las estimaciones de más de once encuestadoras incluidas las oficiales, nos daban más del 52 por ciento en segunda vuelta. Pero nosotros sólo subimos menos de un punto y ellos llegaron a 55. No aceptamos el resultado y empezamos a investigar el fraude. Hubo un aumento de votantes en segunda vuelta porque modificaron los padrones electorales. Las actas tenían irregularidades de firmas y el sistema informático modificaron hasta cinco veces gran cantidad de actas. Hubo más de 14 mil mesas en las que yo retrocedo hasta 79%. Pedimos que se abran esas urnas, pero no las abrieron. En primera vuelta aceptaron abrir urnas y en muchas crecimos del 33% del 43%. Prohibieron el uso de celulares para corroborar votos, una costumbre popularizada en Ecuador: si ingresas con un arma, tienes una multa de $ 300: por la foto, la multa va desde $ 9900 hasta 32 $ 2900. Una desproporción absoluta.
–Luego sale el informe de la OEA.
–Detectó muchísimas irregularidades. Se cometió un fraude. Si ellos hubieran ganado con la cantidad de votos que dicen, más de 1 millón. ¿Cuál es el temor de abrir las urnas? En el 2017 nosotros ganamos contra Guillermo Lasso. Dijo que habíamos hecho fraude. Abrimos 3000 urnas, no 100, y se hizo un reconteo: Revolución Ciudadana incrementó sus porcentajes. Después de las elecciones, nosotros hicimos consultas con encuestadoras nacionales e internacionales. Y a pesar del efecto de ganabilidad, seguíamos ganando. Por eso, hemos puesto una acción extraordinaria ante la Corte Constitucional.
–¿Qué pasará?
–No van a retroceder en el fraude.