Tras la condena a 27 años y tres meses por atentar contra la democracia, Jair Bolsonaro enfrenta su destino entre la clemencia y la soberbia. Por un lado, apela a morigerar su pena por cuestiones de salud y por el otro intenta generar una embestida política tratando de seguir en carrera politica. En ese sentido, sigue con sus pretensiones de revertir el fallo del Supremo Tribunal Federal, a través de recursos ante la Justicia brasileña, e incluso en instancias internacionales, o por medio de una Amnistía que ya comenzó a tratarse en el Parlamento.
Respecto a su salud, la detección de carcinomas de células escamosas le daría asidero para un trato humanitario para evitar la cárcel.
Cabe señalar que actualmente, Bolsonaro cumple prisión domiciliaria por la soberbia de violar persistentemente las medidas cautelares que le fijó el juez Alexandre de Moraes. Frente a la condena y la perspectiva de tener que ir a prisión, la defensa de Bolsonaro viene argumentando que el cuadro de salud del expresidente podría darle la posibilidad de cumplir la pena en su casa, tal como lo consiguió el exmandatario Fernando Collor de Mello, quien cumple una condena de ocho años de cárcel por corrupción.
Esa posibilidad se sustentaba en las secuelas que tuvo luego de un ataque de arma blanca que sufrió durante la campaña presidencial de 2018, con recurrentes complicaciones médicas, como la última cirugía por oclusión intestinal que lo mantuvo internado tres semanas en abril. Según su entorno, el cuadro de angustia le había provocado una serie de vómitos, mareos, anemia y baja de presión arterial, por lo que fue trasladado de urgencia para su tratamiento. Luego del abordaje médico fue dado de alta.
A su vez, durante la internación en el hospital DF Star de Brasilia, el equipo médico realizó una serie de biopsias sobre ocho lesiones cutáneas, las cuales confirmaron la presencia de carcinoma de células escamosas in situ, una en el pecho y otra en un brazo. Al respecto, el doctor Cláudio Biroloni, jefe del equipo médico, sostuvo que el cuadro de internación fue estabilizado y detalló que las lesiones cutáneas son un tipo de tumor que “no es el más benigno ni el más agresivo; está en un punto intermedio”, no obstante puede generar consecuencias graves si no se recibe tratamiento adecuado, advirtió el especialista.
Lo cierto, es que la situación abona el pedido de los aliados del exmandatario quienes sostienen la necesidad de mantener el régimen domiciliario para Jair Bolsonaro en el cumplimiento de su condena, atento a las posibles complicaciones médicas o malos tratos que pudiese sufrir en una celda tanto en el Complejo Penitenciario de la Papuda como en las instalaciones de la Policía Federal. Sin embargo, se produciría luego de agotar todas las instancias de recursos, algo que la defensa ya adelantó que iba a realizar tanto a nivel nacional, ante el STF, como internacional, ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos, con una remota posibilidad de éxito.
No obstante, la Cámara de Diputados de Brasil aprobó este miércoles, por 311 votos a favor y 163 en contra, la moción de preferencia del proyecto de Ley de Amnistía, para los involucrados en la revuelta en Brasilia el 8 de enero de 2023, en la cual se intenta incluir a Jair Bolsonaro. Claro que, incluso, podría ser declarada inconstitucional, cómo lo anticipó el juez De Moraes, o vetada por el presidente Luiz Inácio Lula da Silva.
A pesar de la presión de Donald Trump, que amenazó con más sanciones a Brasil, y que el exdirigente metalúrgico replicó con determinación y sin tapujos. Le dijo públicamente que «solamente es el presidente de Estados Unidos, no emperador del mundo».
La lógica, de todos modos, indicaría que el exmandatario brasileño de extrema derecha no participaría de las elecciones presidenciales del año próximo. «