La FIFA sacudió la tranquilidad de las Eliminatorias Africanas al sancionar a Sudáfrica con la quita de tres puntos, tras comprobar que utilizó un futbolista suspendido. El fallo no solo modificó la tabla del Grupo C, sino que también abrió la puerta para que otros seleccionados sueñen con la clasificación a la próxima Copa del Mundo.
El hecho ocurrió el pasado 21 de marzo, cuando Sudáfrica venció 2 a 0 a Lesoto. Sin embargo, después de una investigación, se constató que Teboho Mokoena, del Mamelodi Sundowns, acumulaba dos amarillas (ante Benín y Zimbabue) y debía cumplir una fecha de suspensión. Al haberse alineado indebidamente, el organismo aplicó el artículo 19 del Código Disciplinario y el artículo 14 del Reglamento preliminar, transformando el resultado en una derrota 3 a 0 por escritorio.
La sanción y sus consecuencias
Además de perder los puntos, la federación sudafricana deberá abonar una multa de 10.000 francos suizos (12.500 dólares). Con esta resolución, Sudáfrica pasó de ser líder a quedar en el segundo lugar, con los mismos 14 puntos que Benín, pero detrás por diferencia de gol. El nuevo escenario revitalizó a Nigeria, que suma 11 unidades y mantiene chances de quedarse con el grupo cuando restan apenas dos fechas.
El panorama se vuelve todavía más tenso si se considera el sistema de clasificación africano: solo los 9 ganadores de grupo avanzan directamente al Mundial, mientras que los 4 mejores segundos disputarán un repechaje continental en busca de un cupo al playoff intercontinental.
Un cierre de película en octubre
La definición llegará en octubre y promete ser electrizante. El viernes 10, Sudáfrica recibirá a Zimbabue, Nigeria enfrentará a Lesoto y Benín se medirá con Ruanda. Luego, el martes 14, se jugarán dos partidos decisivos: Nigeria vs. Benín y Sudáfrica vs. Ruanda. Con este calendario, el combinado sudafricano está obligado a ganar ambos encuentros y esperar que sus rivales no le arrebaten el liderazgo.
De lo contrario, podría quedar fuera de la cita mundialista en Estados Unidos, México y Canadá 2026, un golpe durísimo para una selección que había ilusionado a sus hinchas con un regreso a la máxima competencia. La presión es enorme y cada error puede costar carísimo en un continente donde las eliminatorias son, muchas veces, más impredecibles que el propio Mundial.