El Gobierno Federal de Estados Unidos entró en parálisis el miércoles por la mañana, después de que los desacuerdos partidistas impidieran al Congreso aprobar una ley de financiación, lo que supone el primer cierre del Gobierno en casi siete años.
Cientos de miles de empleados federales se verán obligados a tomar licencias no remuneradas, algunos servicios públicos podrían ser suspendidos o retrasados y la publicación de datos económicos podría verse afectada.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, dijo hoy que si se produce el cierre del Gobierno, la administración «despedirá a mucha gente», y culpó a los demócratas del actual estancamiento en las negociaciones sobre financiamiento.
La Casa Blanca envió en las últimas horas de este martes una circular a las agencias gubernamentales ordenándoles «implementar sus planes para un cierre ordenado» ante la falta de acuerdo entre senadores republicanos y demócratas para la aprobación de la ley que establece el correspondiente plan presupuestario, conocida legalmente como H.R. 5371.
De este modo, la Administración responsabilizó el estancamiento en el Senado «a las descabelladas exigencias políticas de los demócratas, que incluyen un billón de dólares (algo más de 850.000 millones de euros) en nuevos gastos».
«No está claro cuánto tiempo mantendrán los demócratas su postura insostenible, lo que hace difícil predecir la duración del cierre», advirtió Washington, que aun así instó a los empleados a «presentarse a trabajar en su próximo turno para llevar a cabo las actividades de cierre ordenado».
El cierre comenzó horas después de que el Senado de Estados Unidos no aprobara un proyecto de ley de gastos a corto plazo que habría mantenido temporalmente el funcionamiento del Gobierno. La resolución propuesta por los republicanos del Senado fue bloqueada por los demócratas, al no alcanzar los 60 votos necesarios para su aprobación.
En las recientes negociaciones, los beneficios médicos fueron uno de los puntos centrales entre los dos partidos. Por un lado, los demócratas exigen beneficios más fuertes relacionados con la atención médica, incluida la extensión de los subsidios mejorados de la Ley de Atención Asequible, que expirarán a finales de este año, y la restauración de la elegibilidad de la ley para la cobertura de ciertos inmigrantes legales, incluidos refugiados y solicitantes de asilo.
Por su parte, los republicanos se oponen a estas medidas y presionaron para que los niveles actuales de financiación gubernamental se mantengan temporalmente para dar más tiempo a las negociaciones.
«Este es el cierre de Donald Trump. Es suyo«, dijo en X el líder de la mayoría del Senado, Chuck Schumer, cuando compartió el video de Trump.
IT’S MIDNIGHT.
That means the Republican shutdown has just begun because they wouldn’t protect Americans’ health care.
We’re going to keep fighting for the American people. pic.twitter.com/w5rxBnYdEn
— Chuck Schumer (@SenSchumer) October 1, 2025
En un discurso pronunciado con anterioridad en el pleno del Senado, Schumer dijo que muchísimos republicanos están mintiendo sobre la postura de los demócratas.
«La ley prohíbe a los inmigrantes indocumentados recibir pagos de Medicare, Medicaid o la Ley del Cuidado de Salud a Bajo Precio. No hay dinero, ni un solo centavo de dólares federales, que sea destinado a ellos», dijo Schumer.
El Gobierno federal cerró a las 00:01 hora local del miércoles a menos que el Congreso de Estados Unidos apruebe una iniciativa de gasto federal en las próximas horas. Los republicanos, quienes ocupan actualmente 53 escaños en el Senado, necesitan que al menos siete demócratas de la cámara alta se les unan para aprobar la iniciativa.
BB con Europa Press y NA