Las autoridades venezolanas denunciaron el despliegue de aviones de combate de las Fuerzas Armadas de Estados Unidos a unos 75 kilómetros de sus costas en el marco de operaciones militares estadounidenses emprendidas en las últimas semanas en el Caribe, donde llegaron a atacar supuestas narcolanchas.
El ministro de Defensa de Venezuela, Vladimir Padrino, aseguró que el sistema de defensa aérea detectó cinco aeronaves estadounidenses, supuestamente de tipo F-35, en la región de Maiquetía, en el norte del país.
«La presencia de esos (…) aviones, volando en las cercanías de nuestra área de influencia, en nuestro mar Caribe cercano a las costas venezolanas, es una grosería, es una provocación», declaró durante un balance de operaciones de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB).
#ATENCIÓN| Ministro de Defensa G/J Padrino López:
“Denuncio ante el mundo el acoso militar, la amenaza militar del Gobierno de EE.UU. sobre el pueblo de Venezuela (…) denuncio ante el mundo esta situación que, repito, no deja de ser una provocación, pero también una amenaza” pic.twitter.com/QxQlEVoKfW
— Miriam Mayorga (@MaestraTuItera) October 2, 2025
El titular de la cartera ministerial remarcó que «nunca» habían visto «este despliegue de aviones», algunos de ellos estacionados en Puerto Rico. «Quiero que sepan que eso no nos intimida, no intimida al pueblo de Venezuela», aseveró.
Posteriormente, el jefe de la diplomacia venezolana, Yván Gil, difundió un comunicado conjunto de las carteras de Exteriores y Defensa denunciando la «incursión ilegal» de estas aeronaves a «aproximadamente 75 kilómetros» de sus costas, una actuación de la que ha dicho «contraviene el Derecho Internacional y la Convención de Chicago sobre Aviación Civil Internacional» y forma parte de «un patrón de hostigamiento que no puede ser tolerado».
Por ello, anunció que el Ejecutivo venezolano «elevará esta denuncia» ante el secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, el Consejo de Seguridad, la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI) y la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), para que «se adopten las medidas necesarias que impidan la repetición de estas acciones ilegales y peligrosas».
Asimismo, Gil reiteró que las autoridades venezolanas no aceptan «intimidaciones ni agresiones» externas y ha asegurado que «ejercerá plenamente su derecho a la defensa», después de instar al jefe del Departamento de Defensa estadounidense, Pete Hegseth, a que «cese de inmediato su postura temeraria, aventurera y guerrerista que pretende socavar la zona de paz de América Latina y el Caribe y pone en peligro la estabilidad regional».
En este contexto, el presidente Donald Trump declaró que Estados Unidos está ahora en guerra con los cárteles de la droga considerados por la Casa Blanca como grupos terroristas, dando así una justificación legal a los ataques llevados a cabo en septiembre contra barcos en el Caribe.
«El presidente ordenó al Departamento de Guerra que realizara operaciones contra ellos conforme al derecho de conflictos armados. Estados Unidos ha llegado a un punto crítico en el que debemos usar la fuerza en defensa propia y de terceros contra los continuos ataques de estas organizaciones terroristas designadas», añade el aviso.
El presidente venezolano, Nicolás Maduro, firmó el lunes un decreto para la declaración del estado de Conmoción Externa, una situación de emergencia con excepcionalidades, con vistas a su entrada en vigor en caso de agresión externa, una posibilidad que Caracas teme tras las últimas declaraciones públicas de Trump y de otros altos cargos de su Administración.
ALG con Europa Press