El embajador de Palestina en Reino Unido, Husam Zomlot, condenó el ataque catalogado de terrorista contra una sinagoga de las afueras de Mánchester, que dejó dos víctimas mortales y al menos tres heridos, mientras que otras tres personas fueron detenidas por su supuesta vinculación con el ataque.
«La violencia contra civiles debe ser condenada sin ninguna excepción», afirma el diplomático en su cuenta en X, donde también transmitió sus «más sinceras condolencias a las víctimas y a las familias afectadas por el terrible atentado». «Nadie debería sentirse inseguro en su hogar ni en su lugar de culto», agrega.
No one should ever feel unsafe in their home or at their place of worship. My deepest condolences go to the victims and families of today’s heinous attack in Manchester. Violence against civilians must be condemned without hesitation or exception. We stand firm in upholding the…
— Husam Zomlot (@hzomlot) October 2, 2025
De este modo, el enviado palestino reafirmó el compromiso de su Gobierno «con el Estado de derecho en todo el mundo». «Rechazamos cualquier acto que atente contra la dignidad humana y reafirmamos la igualdad de derechos de todas las personas», subrayó.
El atentado se cobró la vida de dos personas, según confirmó la Policía de Manchester, que también informó acerca de tres personas heridas en el ataque, tras revisar la cifra inicial de cuatro afectados. Se trata de tres hombres que permanecen hospitalizados tras ser apuñalado el primero y atropellado el segundo, mientras que el tercero resultó herido en medio de la intervención policial para frenar al atacante.
Éste, abatido por las fuerzas de seguridad, fue identificado como «Yihad al Shami, de 35 años, ciudadano británico de ascendencia siria», según precisó la unidad antiterrorista en el último comunicado de la Policía, que explica que las tres personas se encuentran actualmente bajo custodia, detenidas bajo sospecha de «comisión, preparación e instigación de actos terroristas». Se trata de dos hombres de 30 años y una mujer de unos 60.
El ataque se inició en torno a las 9.30 horas (hora local), con el atropello de un grupo de personas al que siguió supuestamente un apuñalamiento. El jefe de la Policía de Mánchester, Stephen Watson, confirmó tras el atentado que los fallecidos eran miembros de la comunidad judía.
El atacante intentó también acceder a la sinagoga, donde había «un gran número» de fieles al tratarse del Yom Kippur, la festividad más sagrada dentro del calendario judío. Sin embargo, «gracias a la valentía inmediata del personal de seguridad y de los fieles, así como a la rápida respuesta de la Policía, el atacante no pudo entrar».