El tango argentino causa furor en la centroasiática Kazajistán « Diario La Capital de Mar del Plata

El tango argentino causa furor en la centroasiática Kazajistán « Diario La Capital de Mar del Plata


ASTANÁ.- El tango argentino causa furor en Kazajistán y gana cada vez más adeptos en este país centroasiático, prácticamente en las antípodas de donde nació, según Oleg Zhumakhánov, fundador de una escuela de tango que cumple ya 20 años en Almaty, la mayor ciudad kazaja.

“Pese la diferencia de mentalidad entre argentinos y kazajos, el tango goza de gran popularidad en Kazajistán”, dice a EFE Zhumakhánov, de 57 años, por cuya escuela han pasado decenas de miles de discípulos.

Algunos de sus alumnos, dice orgulloso, han creado sus propias escuelas de tango, más de 60, en otras ciudades del país.

“El tango argentino implica un mayor contacto corporal, algo impropio de los bailes kazajos, pues los bailarines guardan cierta distancia”, dice el maestro.

Y con el actual ritmo de vida, explica, sobre todo en las grandes ciudades la gente tiene un déficit de comunicación y los bailes sociales como el tango brindan la oportunidad de compensarlo.

Su pasión por el tango se despertó hace 25 años cuando, siendo ya bailarín profesional, vio la película ‘Tango Bar’. Poco después viajó a Buenos Aires para estudiar en la escuela de Carlos Copello, una leyenda del tango.

La Policía argentina “examinó largamente mi pasaporte kazajo, de tapas color turquesa. Incluso trajeron una mapa para mirar dónde se encuentra Kazajistán. Solo cuando se cercioraron de que el país existía, me dejaron pasar”, recuerda con una sonrisa.

El tango argentino causa furor en la centroasiática Kazajistán

En su opinión, una de las causas de la popularidad del tango en Kazajistán radica en que ayuda a superar complejos.

“Muchos de mis alumnos admiten que el tango les ha cambiado la vida, ya que han encontrado amigos y algunos, incluso, su media naranja”, dice Zhumakhánov.

Agrega que entre aquellos que quieren aprender bailes latinoamericanos se observa una definida gradación etaria: la personas de entre 18 y 30 años prefieren la bachata; de 30 a 40, la salsa; y de más de 40, el tango.

Su socio, Daniyar Kuantkánov, apunta un hecho curioso: “No es raro que se apunten mujeres que ocupan cargos directivos”.

“Se interesan por el tango para recuperar plasticidad, una principales características de la feminidad, que en el trabajo tienen que ocultar”, explica.

Los socios de la escuela de tango mantienen actualmente conversaciones con la alcaldía de Almaty para que ceda un espacio público para que los habitantes de la ciudad puedan bailar al aire libre durante la temporada estival.

“Para nosotros es importante llevar el tango a la calle, porque es un baile verdaderamente social, y queremos que se desarrolle en nuestro país y sirva para los que se creó: para unir la gente”, asegura Zhumakhánov.



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