“Hasta el momento, Casa Intermitente sigue en pie. Se nos complica el sostenimiento del espacio por el desfinanciamiento de las políticas hacia la cultura a nivel estatal”, dijo el músico y artista visual Marcos Calvari sobre la situación que atraviesa este espacio de arte, con 10 años de trayectoria en Mar del Plata.
En esta década de trabajo, Casa Intermitente funcionó en diversos edificios. En la actualidad, los y las artistas realizan sus trabajos y abren exposiciones en Pringles 2580.

La fachada del espacio, en Pringles 2580.
Además, las personas que llegan a realizar las llamadas residencias artísticas, oriundas de diversas partes de la Argentina y del mundo, se alojan en departamentos ubicados en Punta Mogotes. Y luego, sus trabajos los realizan en el domicilio citado.
Así trabaja Casa Intermitente: recibe a artistas para que desarrollen sus obras en su espacio, en este galpón que sirve, además, de lugar de exposición y de aprendizaje de talleres. Cada residencia dura entre 15 días y un mes.
“Movilizamos la escena artística de la cultura underground de la ciudad. Pero no somos endogámicos, no trabajamos solo para Mar del Plata”
Debido al cierre de programas, subsidios y becas de diversas instancias estatales que ayudaban a sostener estos espacios dedicados al arte contemporáneo, muchos de estos centros diseminados por el país se encuentran en estado emergencia, detalló Calvari.
Y contó que en el caso de Casa Intermitente, los problemas económicos ponen en riesgo el pago del alquiler, el sostenimiento de la casa y la llegada de nuevos artistas.
Por eso, junto a las otras gestoras del lugar, Florencia Silva, Melisa Casella y Jula Anchoverri, decidieron abrir suscripciones para que las personas interesadas puedan colaborar con dinero. Reciben montos mensuales que van desde los 3000 pesos en adelante.

Una de las muestras realizadas: en este caso el autor fue Sergio Colavita.
La página web para conocer a esta casa es www.casaintermitente.com.ar y la cuenta de la red social Instagram es @casaintermitente. El link para asociarse y entrar en las suscripciones es casaintermitente.com.ar/asociate
Cabe aclarar que el dinero recaudado no será para los gestores del espacio, que realizan toda la actividad sin cobrar, sino para pagar los gastos de sostenimiento de una casa que aloja a personas que trabajan en el arte.
Todas las muestras realizadas en Casa Intermitente fueron gratuitas, recordó Calvari y reconoció que el espacio de arte trabaja con la idea de fusionar su identidad con la del barrio Chauvín, donde se aloja. “Somos militantes de la vereda, nos trasladamos a la vereda y miramos el entorno del barrio, el entorno de la ciudad y el entorno del país”, agregó en una charla con LA CAPITAL.

El QR para colaborar con el espacio de arte.
“Apostamos a un arte experimental, a la experimentación, a los procesos más que a los resultados, a las investigaciones siempre ligadas al arte conceptual y a los procesos del pensamiento”, describió y recordó que en este espacio se suelen dar talleres de diversas disciplinas.
A partir de agosto se van a hacer ciclos de cine, talleres de fanzines, charlas retrospectivas de artistas, jornadas de clínica de obras y sesiones de tatoo flash.
En la actualidad, se pueden conocer los trabajos de Selene Cráteres, una artista cordobesa “que estuvo haciendo una residencia en mayo y trabaja en instalación y performance”, contó. En julio, hará residencia Juan Pablo Rosset de La Plata, con curaduría y acompañamiento de Juan José Souto. Y en agosto será el turno de la artista marplatense Luciana Caamaño.

Muestra de Marquitos Zanabria.
La actividad de Casa Intermitente llevó a sus gestores a mantener vínculos con espacios similares que se encuentran en el país. Así, de manera independiente junto a otros lugares de esta ciudad lograron instalar a Mar del Plata en el circuito del arte contemporáneo.
“Movilizamos la escena artística de la cultura underground de la ciudad. Pero no somos endogámicos, no trabajamos solo para Mar del Plata sino que apostamos por la interacción de Mar del Plata con otros lugares y por generar un ida y vuelta”, indicó Calvari, deseoso a la vez de que las autoridades municipales de las áreas culturales se acerquen a conocer el espacio, algo que no sucedió en esta larga década de intenso trabajo, dijo.