Es en el cuerpo donde concentran la propuesta lúdica y artística que moviliza a las infancias a seguir sus canciones, desde Youtube o en el teatro. “El cuerpo como generador de lenguajes, el cuerpo como principal herramienta de trabajo”, explicó la docente y artista Eva Harvez, integrante del grupo Pim Pau junto a Lucho Milocco y Cássio Carvalho.
El grupo regresará este sábado 21 de junio a Mar del Plata con su show “Cumpleaños”, con el que celebrarán los diez años de trabajo. Y además de las canciones de ese disco, no faltarán los clásicos de su obra. Estarán desde las 16 en el escenario del Teatro Radio City (San Luis 1750).
“Somos tres docentes con un recorrido artístico distinto y además venimos de puntos geográficos distintos”, dijo, entrevistada por LA CAPITAL, para mostrar la riqueza que los rodea.
“Yo soy del conurbano bonaerense, Lucho es de un pueblo del interior de Santa Fe y Cássio es de la megaurbe de San Pablo. Nos encontramos acá en Buenos Aires trabajando en la docencia”. Gran parte del material que desarrollan empezó en las aulas.
Para la docente, “el gran suceso” del trío responde también al vínculo de amistad que los une. En ese sentido, comparten una misma mirada en torno a “cómo pensar el arte en la educación para y con los niños y las niñas, la familia y la comunidad docente”.
Un vínculo de amistad que, además, pudieron sostener en el tiempo. “Seguir teniendo un vínculo de afecto y de compromiso hace que podamos realmente crear un clima propicio para que se dé todo ese contenido con verdad, con honestidad”, entendió.
Correrse de la infantilización y evitar espectáculos atiborrados de estímulos son otras señas del grupo. “Apelamos a una actitud lúdica desde un lugar genuino y no sobresaturado de estímulos, que el cuidado sea sonoro, físico y que la propuesta esté en el juego”.
– Ya circula demasiada estimulación en las propuestas tecnológicas. ¿La idea fue proponer otra cosa?
– Estamos muy sobresaturados de estímulos. Una de nuestras motivaciones cuando nacimos como proyecto, en 2014, fue cómo generar un contenido que esté desaturado de estímulos, que lo que se vea sean tres adultos disponibles al juego, lo más parecido a un docente, lo más parecido a las familias, sin disfraces, sin muñecos, simplemente tratando que a través del cuerpo, de la propuesta corporal y de una estética cuidada, convocar y poder ofrecer un contenido donde no tengas que infantilizarte. No estamos de acuerdo con la infantilización, porque eso sería subestimar a los niños y a las niñas. Tenemos a María Elena Walsh, que fue pionera en generar un contenido para las infancias y para las familias, de calidad. Venimos de una tradición de música infantil. Y honramos eso de alguna manera.
– ¿Es clave que sean docentes?
– Influye mucho porque es un territorio que investigamos, que conocemos, tenemos hecho un trabajo empírico. Por eso no nos definimos como una banda de música infantil, y sí como un proyecto educativo y artístico para las infancias. Nuestra mirada está atravesada por lo educativo, porque somos maestros los tres. Aún así, nuestra formación docente también está atravesada por nuestra manera de habitar el mundo, que es artística.
– Tuvieron la posibilidad de presentarse en diversos escenarios de América latina. ¿Se encontraron con infancias iguales en todos lados o no?
– Eso es algo que observamos y que investigamos también, ya que tenemos esta posibilidad. Estuvimos en España, que es otro continente. Claramente dentro del territorio argentino las infancias son plurales, son diversas. No se puede hablar de una infancia. La territorialidad delimita mucho lo que sucede con el grupo de infancias de cada región. A la vez, en Latinoamérica estamos atravesados por las mismas problemáticas, tenemos las mismas heridas abiertas. Y somos pueblos que bailamos, que cantamos, entonces se pueden encontrar algunos puntos en común. Después están en las singularidades de cada región. Y hay algo que es un lenguaje común, que es la convocatoria a través del juego y el lenguaje corporal. Eso es algo que convoca, no importa las fronteras, trasciende las fronteras, inclusive trasciende los idiomas. El juego y la expresión corporal, el lenguaje corporal como foco central de convocatoria.
– El moverse parece ser un patrimonio de las infancias, el mundo adulto es más quieto.
– Es verdad, y a veces tenemos que aprovechar un casamiento o una fiesta para movernos. Y la idea es cómo hacer para que eso forme parte, aunque sea un ratito, de nuestra vida cotidiana. Y en este caso los shows, los recitales son convocatorias muy populares para poder mover el cuerpo, para poder estar en acción, con el cuerpo presente.